miércoles, 22 de mayo de 2019

Chus Bello, portador de la Virgen Dolorosa. In memoriam.

Nos ha dejado Chus Bello, portador veterano de la Virgen Dolorosa de Xàtiva. Desde hace muchos años fiel, el Viernes Santo, alrededor de las andas de Nuestra Señora de los Dolores. Hace ya algún tiempo que no lo veía, desde que me comunicó hace un par de años que no podía llevar a la Virgen, por una operación, pero allí estaba, a las cinco de la tarde, el Viernes Santo, junto a sus andas, a la salida de la imagen en la parroquia del Carmen. En la procesión del año pasado ya no lo vi, y me extrañó, y este año la Virgen no salió a causa de la lluvia…

Recuerdo a Chus en aquellas barras con almohadillas azules, siempre conflictivas por la gran demanda de querer llevar la Virgen, en los últimos años de la sede de San Agustín, antes de la caída del campanario –qué tiempos aquellos, en contraste con los de hoy, en los que hay que buscar portadores y portadoras-.Luego, en la nueva sede de la parroquia del Carmen, por las escaleras de la puerta trasera, las procesiones con el anda grande y cómo su excesivo peso fue produciendo la fuga de portadores, pero Chus siempre estuvo, con su peculiar manera de recogerse la capa de la vesta, con su buen humor y sus comentarios, que nos arrancaban una sonrisa, incluso cuando más se clavaba la barra en el hombro, ya resentido por varios cambios, tras el giro realizado, muchas veces como podíamos, en la plaza de San Jaime. Fue de los primeros portadores convencidos en taparse el rostro con verduguillo durante la procesión, y era frecuente verlo deambular, en las paradas de la imagen, desde las barras delanteras, o desde las traseras en los últimos años, para dirigirse a otros portadores, preocupado por la imagen: “La Mare de Déu…” siempre decía para referirse a la Virgen.

Luego llegó el carro, más tarde el anda actual, más pequeña, la rotura de la barra en la plaza de la Seu, en el año 2012, tras un auténtico calvario de procesión, casi de rodillas por la calle del Taquígrafo Martí, la incertidumbre, desde entonces, de no poder asegurar un número suficiente de portadores, pero Chus no faltaba a la cita con la Virgen, portador de corazón, de sentimiento, de tradición, de los que nunca dejan a la Virgen, aunque por dentro tengan su opinión sobre las cosas que se pueden hacer mejor, de esos que cada vez es más difícil encontrar y, por desgracia, cada vez se acercan menos a la Virgen en estos tiempos de crisis de valores. Por eso se va a notar tu hueco en la barra.

Hoy estarás junto a la Virgen, como siempre, con otros muchos portadores que, a través de distintas generaciones llevaron a hombros a la Virgen Dolorosa de Xàtiva desde el siglo XVIII, tal vez bromeando, como solías hacer. Y los que nos hemos quedado, confiamos, y estamos seguros que desde allí seguirás, cada Viernes Santo, ayudando, como todos los que ya no están, a llevar el peso de la Madre con el Hijo muerto al pie de la Cruz, para llevar su ejemplo y consuelo, en las calles de Xàtiva, a todos aquellos que sufren por la pérdida de un ser querido. Cuídanos Chus, desde allí.


Toni Martín, portador