Virgen María por el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargar con la cruz. Te acompañamos en este dolor y haz que seamos humildes como lo fue él. Ave Maria.
Cuando al suplicio subiendo
por la cuesta fatigosa
de la vía dolorosa
Jesús con Vos se encontró.
Madre, que espada tan fiera
vuestro pecho traspasó.
Haced que esta espada, Madre,
también el pecho taladre
del que a Vos os la clavó.
(Foto: Archivo José Luis Borredá, 2014)