viernes, 3 de abril de 2020

Reflexión de nuestro consiliario en el séptimo y último día de septenario


Séptimo Dolor: el entierro de Jesús y Soledad de la Virgen. 

Por el dolor que sentiste Virgen María al enterrar a tu Hijo,te acompañamos en este dolor y por los méritos del mismo concédenos a cada uno de nosotros la gracia particular que te pedimos. Ave María

Cuando los yertos despojos
que tiernamente abrazabais
y con lágrimas regabais
la sepultura encerró.

Madre, que espada tan fiera
vuestro pecho traspasó.
Haced que esta espada, Madre,
también el pecho taladre
del que a Vos os la clavó.

Oración final: Señor Jesús te rogamos que por mediación de tu Madre en su advocación de Dolorosa, cese ya este coronavirus y acojas a las víctimas del.mismo. Por Jesucristo Nuestro Señor.

Salve, Regina, mater misericordiae;
vita, dulcedo et spes nostra, salve.
Ad te clamamus, exules, filii Evae.
Ad te suspiramus,
gementes et flentes in hac lacrimarum valle.

Eia ergo advocata nostra,
illos tuos misericordes oculos ad nos converte.
Et Iesum, benedictum fructum ventris tui,
nobis post hoc exilium ostende.

O clemens, O pia,
O dulcis Virgo María




(In memorian de los que ya no están con nosotros. Foto: Archivo Dolorosa)

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