martes, 22 de noviembre de 2011

Los claretianos en Xàtiva y Nuestra Señora de los Dolores

 La ciudad de Xàtiva ha homenajeado a los claretianos que estuvieron en Xàtiva durante la segunda mitad del siglo XX, dedicados a la enseñanza, regentando el antiguo colegio llamado "de los padres", en el entorno del exconvento agustino y posteriormente en el nuevo colegio Claret. Durante los actos de este homenaje los claretianos quisieron visitar las que fueron sus antiguas dependencias y entraron en la antigua iglesia del convento agustino, ahora convertida en auditorio, donde preguntaron por la Virgen, Nuestra Señora de los Dolores.
Aunque existen muchas lagunas documentales, la vinculación de la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores de Xàtiva con otras ordenes eclesiásticas distintas a los agustinos comienza a principios del siglo XX. Tras las desamortizaciones de mediados del siglo XIX la marcha de los monjes agustinos supuso la ruptura del vínculo de siglos que les unia a la cofradía y su imagen. Es de suponer que tras un periodo de tiempo en el que el patronazgo de los barones de Terrateig i Llaurí mantendría la actividad de la Cofradía, el establecimiento en Xàtiva de los padres misioneros del Corazón de María propició la recuperación del culto en la iglesia del exconvento agustino y por tanto la relación con la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores y su imagen. Entre los años 1907 y 1935 hay abundantes informaciones en la prensa y revistas locales sobre actividades de la Cofradía, actos religiosos y penitenciales en la antigua iglesia de San Agustín, como el Solemne Septenario, en honor de la Virgen de los Dolores, el “Ejercicio de las Siete Palabras” (a cargo de prestigiosos predicadores), la procesión de traslado de la venerada imagen, que se celebraba el Lunes Santo y comenzaba en la iglesia de San Agustín, o el acto de las “Cuarenta Horas a la Virgen de los Dolores”, y en todos ellos participaban activamente los padres.
Tras la Guerra Civil, en la que se destruyó brutalmente la imagen de Nuestra Señora de los Dolores y se puso fin a las actividades de la Cofradía, fruto del entusiasmo de un grupo de jóvenes, hombres y mujeres, acompañados por el Reverendo Padre José María Lletjós, perteneciente a la comunidad claretiana que se instaló en las inmediaciones del exconvento de San Agustín al finalizar la guerra, dedicándose a la enseñanza en un colegio y regentando el culto en el templo, se refundó la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores en el año 1948.
Desde entonces se creo un fuerte vínculo entre los padres claretianos y la Cofradía que llevó a la misma a un importante periodo de esplendor y actividad. Muchos de los alumnos que pasaron por aquellas aulas de los padres vistieron la vesta de Nuestra Señora, portaron sus andas y transmitieron este legado a sus hijos, algunos de los que hoy siguen vistiendo la vesta de túnica blanca, capa negra, cíngulo azul y corazón desgarrado por siete espadas de dolor, portando sobre sus hombros la imagen el Viernes Santo, e integrando a su vez a sus hijos como pequeños cofrades. Y en ello tiene bastante que ver el legado de los claretianos , maestros de ciencia, letras y también del espíritu, que después de decadas de ausencia de la ciudad de Xàtiva, buscaron a Nuestra Señora de los Dolores en la vieja iglesia agustina.
 
Antonio Martín Llinares

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